El Seis de Oros muestra a un hombre ricamente vestido dando limosna a dos mendigos. En su mano izquierda sostiene una balanza que, como en la carta del mismo nombre, simboliza la equidad y la justicia. A lo lejos notamos un castillo, como si el filántropo hubiera salido de su zona de confort para distribuir la riqueza que recibió al resto del mundo.

El rico representa una persona que tiene pasión por la vida (vestido rojo), que sabe permanecer en la abundancia y por eso sabe dar con amor y sin expectativas. El gesto de la mano derecha es una bendición como la del Papa: el gesto es, por tanto, genuino, de una generosidad sin doble finalidad.

Además de simbolizar el equilibrio entre dar y recibir, Libra nos recuerda que debemos aprender a dar sin agotar nuestros recursos, ya sea dinero, tiempo o energía. La disposición del dinero también parece indicar justicia: tres monedas reposan sobre el mendigo que recibe el dinero, dos sobre el otro, pero una moneda permanece sobre la cabeza del rico comerciante porque no puede dar todo lo que tiene sin meterse en problemas.

Los mendigos se postran ante el rico para conseguir el dinero que tanto necesitan. Pero ¿podrán utilizar lo que han recibido o seguirán siendo “esclavos” de la ayuda de otros? Aquí está la otra cara de la moneda: hay quienes dan y quienes reciben, quienes tienen poder y quienes se someten. Aquellos que no tienen nada sólo pueden esperar ayuda, aquellos que tienen el poder pueden usar su juicio para dar lo que creen que es correcto.

Esta incertidumbre moral está representada por el cielo gris que envuelve la escena: la vida no es justa para todos y está bien ayudar a los menos afortunados que nosotros, pero el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones. ¿Estás seguro de que tu ayuda es lo correcto? ¿Estás rompiendo la injusticia o creando opresión? ¿Qué le das al hambriento, el pescado o la caña de pescar?