El Rey de Bastos está sentado inquieto en el trono, con su manto echado sobre su izquierda para garantizar la libertad de movimiento, y su mano derecha agarra el bastón, símbolo de su poder, mientras que la izquierda está libre y lista para la acción: está lista para saltar para lograr sus resultados o saltar sobre alguien. Incluso la salamandra que está a sus pies se mantiene firme. El trono, modesto en comparación con los demás reyes, se levanta sobre una base de piedra y a su alrededor sólo se ven el cielo y la tierra seca, una advertencia del poder destructivo del fuego.

La corona real simboliza la fuerza de voluntad y el “fuego interior”, pero también puede indicar una naturaleza demasiado idealista y obstinada, y su motivo de llamas también recuerda al elemento fuego.

La túnica y el cabello del Rey de Bastos son de color naranja, color que sugiere pasiones y acciones decisivas (combina rojo y amarillo) o confusión y ambigüedad (no es ni rojo ni amarillo). El abrigo y los zapatos son verdes, color que simboliza crecimiento pero también inmadurez. En este caso, los zapatos representan el desarrollo (los pasos) que hemos dado mientras nuestros hombros están cubiertos de responsabilidades cada vez mayores.

Las salamandras están asociadas con el fuego y la transformación. El hecho de que se muerdan la cola simboliza la circularidad de la vida. El fondo amarillo sobre el que se encuentran simboliza energía, entusiasmo y confianza en uno mismo. Los leones que aparecen en el trono, como en la carta de Fuerza, son símbolos de fuerza interior y coraje.

Como ocurre con la Reina de Bastos, el trono que “traspasa” el cielo es el símbolo de la conexión entre arriba y abajo, es decir, entre la parte más racional de la mente y la más instintiva y apasionada. El cielo azul es señal de intenciones y pensamientos claros. La posición elevada del trono puede indicar que ambos ocupan una posición privilegiada al ser objetivos y neutrales. De hecho, la base es gris, pero también puede ser una advertencia para no menospreciar a todos y sentirse superior.